Cuando emprendes un proyecto valoras pros y contras, pero siempre hay imprevistos, impensables, que se escapan...
¿Qué sería la vida sin esos altibajos que nos hacen sentir vivos y dan sentido a todo tipo de palabras en el diccionario...?
Querer tener una rutina tranquila facilitando la de aquellos que te rodean resulta a veces agotador a pesar de ser algo sencillo...
Si tu pretensión es vivir rodeado de amor, has de tener en cuenta que el que tiene boca se equivoca. Pero, ¿por qué insistimos en modificar aspectos o aprender sólo cuando todo está ya tan estropeado que no hay forma de arreglar el cambio producido? Hablamos de forma general para cualquier campo del día a día del ser humano.
Tal vez ahora te des cuenta de que este post también pueda ser para ti.
Estamos de acuerdo en que el ser humano por norma general y sin excepción es imperfecto, como también lo estamos de que las relaciones interpersonales fluyen y nos agrupan con nuestros iguales ya sea en pensamiento, forma de vivir, de vestir, de actuar, etc
Distintos perfiles que han de conjugarse de la mejor manera para engranar con nuestras virtudes y defectos haciendo que los errores cometidos se absorban con efecto de choque o no dentro del marco de valores entre los que cada uno se mueve. ¿Difícil no? Y cuando un día amaneces pensando si merece la pena o no el curso de tu vida, entras en un mar de dudas, olas que chocan en zonas rocosas, sube y baja la marea, hasta que de repente todo está más claro.
¿Pero qué sucede, cuando sientes la necesidad de hacer cambios? ¿Y si de repente un día te das cuenta de que el camino es otro?
¿Como se organiza uno? ¿Cuál es la mejor manera? ¿En qué afecta? ¿Cómo repercute?¿Cambia tu forma de pensar y de ver las cosas?
¿Cortar por lo sano es similitud a la de hacer daño?
Ardua tarea cuando te enfrentas a situaciones tan variables y más aún teniendo en cuenta que siempre es distinto a la vez anterior.
Y por fácil que parezca siempre habrá sentimientos arraigados que atan, presionan o empujan a reaccionar de forma muy distinta a la que hubo sí pasaste por una vez anterior. Cuando no, siempre hay una primera vez.
Y entonces, ¿allá donde fueses haz lo que vieres?, no siempre no, y que tal ¿a lo que te dicte el corazón? La respuesta como siempre, la encontrarás en tu interior.
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