Pensé que después de toda la semana me quedaría tiempo pero la verdad, una vez más mi mente ingenua jugó con las agujas del reloj al corre que te pilla...
Las tareas del hogar eran tantas después de esta semana estresante que en estos dos días tan sólo hicimos una pequeña parte.
Afortunadamente los pequeños mayores de la casa ya van echando una mano.
El domingo por la tarde me dejé atrapar por el sofá... Que pereza... Como en muchos hogares quiero pensar que también pasa... El cúmulo de plancha y de ropa por la lavar parece que esta vez quiere ganar la batalla... Cada vez más grande la una hace menos apetecible a la otra... Pero prometo esta semana no darme por vencida.
Por el momento sólo pienso en la agenda de esta semana.
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