El bocado más contundente Para los segundos platos siempre hemos de tener en cuenta que la elección ha de ser contundente y sabrosa, pero a la vez sobria. Por eso, los pescados más delicados y las carnes más exquisitas siempre dan en el clavo en cualquier mesa. No olvides preparar siempre algo fácil de comer: las aves pequeñas llenas de huesecillos o los pescados con muchas espinas pueden poner a prueba la paciencia de cualquiera.


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